lunes, 21 de mayo de 2007

Nos y Nosotros

Comes from...

Bonne nuit…

Como si de un poema de Benedetti se tratase, me veo en la encrucijada de seis o siete abrazos pendientes (y con pendiente acentuada)…, y lejos de otra salida, no encuentro sino robarle al sueño – bien tan escaso –, qué remedio.

Podríamos decir que lo ubicado sería empezar por las gracias (aunque yo siempre empiezo y termino por las musas), y aunque siempre fui un desubicado simpático, por este post intentaré ser ubicado, serio y todo lo riguroso que el tema se merece.
Como una señal de 90 en la carretera, vamos.

Decía, empiezo por las gracias, porque todos tenemos una deuda con Patricio

TODOS – Gracias Patricio.
(como si de alcohólicos anónimos se tratase)

.., una deuda, decía, por presentarnos otra (que no es la primera) joya del..
Bueno, se trata de una joya de muchos géneros…

Esto tenía que ser un comentario en su correspondiente post – el que nos marcase – pero todo economista sabe que el tiempo conlleva intereses, y no sería de honor dejarlo por ähi olvidado, a riesgo que ni lo lea (o de quitarle bolitas al arböl).

Lo definiste bien.. Una mezcla muy fresca entre Viglietti y Les Luthiers. La cara opuesta de un León Gieco con el que se comparte el suspiro nomás. El indefinible posicionamiento de la primera hornada de la generación X que por avatares del charco nos define cada vez mejor a propios y a extraños, a todos los que nos desengañamos con la precariedad, con los cuentos que nos contaron. Unas letras - que nos unen - y descubren - a esos otros olvidados, luchadores europeos mas latinoamericanos.
A esos otros inmigrantes, doquiera la tierra, como nosotros.

La melancolía de que hablas se extiende para toda una hornada que perdió los ideales, pero por voluntad propia. Es una generación intermedia que abraza ya demasiadas generaciones, continuada por - quién lo sabe -. Fundidos con la paranoia de los ciegos de Sabato, aún sin saberlo.
Los primeros: víctimas, los demás: productos, la publicidad fue una bandera; a la postre nuestro medio. Ya nada tenía en cinco minutos, las canciones se acortaron.
Cualquier rebeldía nos fue intelectual; cualquier cambio, por las buenas. La protesta en la ironía, en el juego de palabras.
"Ya tiré piedras y escupitajos
contra el lugar donde ahora trabajo…"

Y ni las piedras tiramos.

Nos hemos resignado por haber aprendido. Es la melancolía de saber que no hay playa bajo los adoquines. Que perdimos con la historia - con las TIC - la ingenuidad de intentar reescribirnos.
No volveremos a leernos - a vernos - como hiciese Galbraith con Keynes… Nos sabemos demasiado pequeños. Ahora lo sabemos y es terrible.

"No hemos vivido una gran guerra"

O tal vez sí, pero no la entendemos.



El charco propicia unos lags generacionales asombrosos.
No se trata de gamberrismo estudiantil, sino de una consciencia de uno mismo que aterra, y a la vez tranquiliza. Tal vez por fin encontremos en qué terreno luchar y cómo hacerlo. Hoy la consciencia es una comunión con quienes nunca sospechamos; es un código secreto basado en una inteligencia cada vez más fina, en una experiencia que no es experiencia, sino saber canalizarla - y sobre el *yo* más freudiano - … Es, no si mataste tres dragones, mas cómo mataste uno. Qué pensaste, qué dijiste, qué y cómo lo sentiste. Es la consciencia de saber que no hemos perdido un minuto de nuestra vida al retroalimentarse todo - y no darnos la espalda frente a las rubias taradas.

Creo que cuando empecé este homenaje pensaba algo así como hablar de la genialidad de una canción rimada exclusivamente con los términos robados del inglés, en un alarde tipo los Orozco pero (más?) digerible. De cómo recordaba yo el verano del 92. De la entropía del dinero - y lo tarados que están los de Ska-P -. De este (sobre)realismo de silencio musical que han llenado de frases con significado (los mensajes del silencio… …). De esta reedición de humor jardielista que demuestra que el buen gusto es inmortal, atemporal - y esto nos acerca, tocando a House, a Arthur Conan Doyle, ¿por un casual? -. Por ähi fuese a hablar del guiño de los esdrújulos, de tantos otros placeres...
Y no obstante me quedo con este índice gongorino, con una reflexión herida, con la convicción de que lo de los hilos no es cuento, y tengamos en nuestras manos
no una espada,
mas una pluma,
y sea más fuerte.


- Querido Arnau, confío en haber sido lo bastante críptico. Y no obstante, perfectamente entendible, diáfano, implacable. Es una realidad importante, es nuestra historia. Nada que tomarse broma, no más de lo habitual.

(O regresando a Jardiel, en su momento más brillante:
"Yo sólo uso el absurdo cuando es estrictamente necesario.

Es decir, siempre.")


- Sólo darte las gracias - de nuevo - Patricio, por este nexo y canal, por esta cultura tan falta, a la que sólo le falta el soneto para ser perfecto.

Esta noche me faltáis, y quisiera poder brindar con vosotros que el cielo es claro y la mente escapa corriendo de cualquier símil.

Encore, toujours, bonne nuit…

5 comentarios:

Lechuck dijo...

Yo, para poder estar acorde con todo lo escrito, sólo puedo repetir estas ilustres palabras

-Y como crees que muge la Vinchuca: Vinchuuu, vinchuuu

Estooo...en fin, que se me va la cabeza. No me s'abia dir.

Enrique Gallud Jardiel dijo...

Muchas gracias por la referencia a mi abuelo. Un saludo.

Lechuck dijo...

Eso es en serio?

Nieto de Jardiel???

Espera!! No desaparezcas y cuenta como has llegado hasta aquí. La curiosidad y el respeto hacia Jardiel me corroen con demasiada fuerza como para no preguntarte... porque si eso es cierto eres hijo de Evangelina ¿No?

arnau dijo...

... y muy buenas tardes contestaría yo...

es curiosa la sensación de estar dentro de una nube hedionda, buscando a un mago con su imagen múltiple...

obviamente hay nexos de unión, puntos, zonas del diagrama de Venn... filotes que decía Scott Card... entre sujetos aparentemente tan dispares...
jugadores similares tienen personajes similares... en parte por eso estos sujetos terminan conociéndose... en parte arrastrados, cómo no, por la marea generacional...

no es tanto la canica, como la dirección del ojo...

una vez más, y déjame que retome a los alcohólicos anónimos, si no existierais, tendría que inventaros...

p.d.: ilustre visitante, sí señor... las vueltas que da la vida...

Blanc dijo...

Viene más o menos de por aquí..

Enrique, en ya-no-recuerdo-cual-de-sus-novelas, tu abuelo instaba al lector a prestar sin reparo el libro, previendo que, por no ser devuelto, éste lo volvería a comprar una y otra vez (y él haría un buen negocio).

Esta predicción describe bien mi caso. Siguiendo dicho proceso, he comprado alguna de las novelas hasta 4 veces, y salvo la tournée, todas al menos dos..

Consecuencia de esta constante experiencia de compra (e incremento de tus royalties, o no..) - y tal vez porque los economistas nos fijamos en esas cosas - he concluido que de Jardiel Poncela siempre existe stock.

Esto, al contrario de lo que pueda pensar cualquier vulgar malthusiano, quiere decir que sus libros se venden (mucho) y por tanto se leen (bastante).

Los libreros lo encuentran rápidamente - y dudo que sea por los colores de Biblioteca Nueva, aunque también.
Los actores de teatro hablan de él como de un colega, con la familiaridad de quien compartió pupitre y se admira, y sigue vivo.

Así, da igual lo que digan los libros de historia, las antologías. Estas recopilaciones están sesgadas por lo reciente de questa sangre, por motivos infraliterarios. Lo universal de una obra lo firma el tiempo, porque el tiempo pone el contexto de contexto, y deja la esencia, el absoluto.

No se trata de modas, sino del mélange franqueza y estética que cala sin remedio en el alma del lector. De algo que ignora - que supera suavemente - el tiempo y todo espacio, casi - incluso - una mala traducción.

Es por ello (por todo ello) que pienso que no se merecen. Que puedes quedar tranquilo. El reconocimiento, el recuerdo - si quieres entenderlo así - no están en la crítica, ni en las aulas; sino en el cariño y la inteligencia, en la supervivencia (enfoque biológico) y las ventas (enfoque económico); en última instancia, grabados sobre el papel, en algo que ninguna opinión ni asomo de ignorar van a poder apartar.

El miedo al olvido es natural (con esto quiero decir que es social) - y a ti para colmo te rascará el ego - pero como somos bichos con pocas ideas y gran afición coleccionista, la pé de que la literatura del hijo de tu bisabuela (eso he de decírselo a alguien a la cara, jé) se pierda o se diluya sin pena ni gloria es igual...

Bueno, a la de que un primer amor funcione, y bien.
(entre otras cosas, por una cuestión cósmica)

Al fin y al cabo, a Galbraith no le dieron el Nóbel, y en cambio, ¿quién puñetas es Friedrich August Von Hayek?

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