martes, 27 de marzo de 2007

El día después

A Luís le dije algo así como que publicaría cuando supiese si era niño o niña (vale, como metáfora es rebuscada hasta para mí; digamos, cuando supiese si me admitían o no en el club del "compra bien, vende mejor")... Pero aquí estoy, aún sin noticias de Dios...

Por suerte dejaron de marearme (me entrevistaron todos los que se supone que podrían llegar a hacerlo) y (bis) volverme a gabacholandia (inusitadamente soleada)... En algún momento de esta semana se supone que habrá respuesta.

Pero como uno vive sacando impresiones (la economía no es otra cosa), ya os adelanto que necesito un master benévolo para salir airoso. "Tengo la sensasión de que la sierpe me tomó por su meriendaa" (pongamosle acento mexicano)...

Claro, que los críticos existen (y los economistas siempre escogemos el dado gafado para nuestros hechizos de adivinación)... Pero hoy más que nunca siento que no está en mi mano.., y eso me hace pensar en alguna reflexión (de Arnau) reciente respecto al tiempo pasado (en que yo fui el master) y a unos más que a otros les retiré el privilegio del control sobre su destino (uno nunca lo quita del todo, claro, pero al final, el DM más que ningún otro funde y confunde niveles e historia o potencial). Es obvio que al final las ideas escasean (aunque cada nueva idea ofrece toda una red de combinatorias, en crecimiento exponencial) y uno debe aferrarse a un clavo ardiendo, a las viejas leyendas con nuevos augurios, rastrear los vestigios con nuevas fronteras.

No se me irá la maravillosa sensación de vuestros ojos, y no obstante quiero disculparme por ese matiz de ideas que medraba en despotismo, o las lunas que nunca vimos.
Seguro que todos sabéis que sería un gran dictador.

También quería daros las gracias por todo el apoyo prestado - incluso alguna incomprensión callada de entredientes -. Y no es que esperase menos de vosotros.

Más allá de títulos y resultados, quiero que sepais (quiero recordaros) que estoy orgulloso del ser y del estar con vosotros, del tiempo que nos robamos y del alma en común. Logremos lo que logremos en la vida (y de la vida), nos lo debemos con creces (salvo Arnau*).

* A quien nunca dejaré de discriminar con una sonrisa.. ;-)

Nos veremos muy pronto, estoy seguro.

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